Así solía llamar a cada uno de los trabajos que mis tias abuelas exhibían en sus dormitorios, salas de estar, armarios, cristaleras. Hoy reconozco que nunca super valorarlos como lo hago ahora. Gracias tías!!
Siempre me gustó coleccionar cajitas de música. En una época llegué a tener casi doscientas: desde el álbum de fotos de mis bodas hasta el llavero en el que cargaba las llaves de mi casa. También juntaba casitas de porcelana, piezas de vidrio soplado, campanitas, nacimientos. Todas mis amigos participaban regalándome cosas para mi colección: cuando viajaban me traían del lugar adónde iban, cuando me visitaban, para mis cumples, y así crecían rápidamente mis colecciones.
¡¡¡¡¡¡¡¡Qué belleza!!!!!!!!!!! Pero... llegó un momento en que me harté del día de limpieza. Ninguna empleada me ayudaba, porque si lo hacía seguro me rompía algo o se le caía dentro del bolsillo. Me deshice de todos, al principio con pena, después con alivio. Ahora, los admiro en los escaparates de los anticuarios, de las casas de regalos... ¡y no vuelvo a caer jamás en esa dulce y maravillosa trampa que junta polvo y roba tiempo! Pero que me siguen robando el alma... no hay dudas. Bellísimos todos. Besotes
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ResponderEliminarSiempre me gustó coleccionar cajitas de música. En una época llegué a tener casi doscientas: desde el álbum de fotos de mis bodas hasta el llavero en el que cargaba las llaves de mi casa. También juntaba casitas de porcelana, piezas de vidrio soplado, campanitas, nacimientos. Todas mis amigos participaban regalándome cosas para mi colección: cuando viajaban me traían del lugar adónde iban, cuando me visitaban, para mis cumples, y así crecían rápidamente mis colecciones.
ResponderEliminar¡¡¡¡¡¡¡¡Qué belleza!!!!!!!!!!!
Pero... llegó un momento en que me harté del día de limpieza. Ninguna empleada me ayudaba, porque si lo hacía seguro me rompía algo o se le caía dentro del bolsillo. Me deshice de todos, al principio con pena, después con alivio. Ahora, los admiro en los escaparates de los anticuarios, de las casas de regalos... ¡y no vuelvo a caer jamás en esa dulce y maravillosa trampa que junta polvo y roba tiempo!
Pero que me siguen robando el alma... no hay dudas.
Bellísimos todos.
Besotes