Que no se caiga, porque se cacha. Que no lo dejes tirado por ahi...se usa y se guarda! Con mis pequeñas manecitas, junto un puñado de bellotas y las introduzco en el recipiente. Cada una con su sombrerito, algunas más verdes que otras. Son mis juguetes...Afuera llueve y la retama se balancea como un tierno junco. Pesada de flores y gotitas que la sacuden, pero ella sabe que nada la doblegará. En la radio, a todo volúmen, canta Javier Solís "sombras nada más..." y por la ventana entra un delicioso aroma a tierra mojada.
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