La innombrables de la familia. Amparito y Dolores. Las hubo y las hay...pero lo que la memoria descarta, es que toda la familia de mis tios abuelos paternos, vivían muy comodamente con el dinero y las joyas que aportaban a las arcas de sus hogares. No supieron lo que era ir a misa o pisar una iglesia, por decisión del sacerdote y los escandalizados parientes.
Las vueltas de la vida, porque las hay y muchas, les dió muchísima sorpresas con ellas. Amparito se casó con un hacendado y político de la patagonia y Dolores, con un irlandés que la llevó a vivir a Dublín.
Fué un final reparador ante la mirada de todo el entorno propio de aquellos tiempos, más ellas, tocaron el cielo con las manos, en más de una ocasión. Queda claro no?...
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