16 de octubre de 2012

CANDELABROS

Cuando nacía un bebé en la familia, de noche, con la puerta entreabierta de mi dormitorio, me despertaba el llanto del recién nacido, me incorporaba de la cama para ver pasar las movedizas flamas de los candelabros, agigantando sombras, luces y murmullos. Suspiraba y continuaba mi sueño. 

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